martes, 1 de noviembre de 2011

La modelo



Unas interminable piernas admirablemente cinceladas, elevaban su visión hasta una altura de 1.80, con su caminar firme, elegante y lleno de seguridad, le dijeron que estaba encaminada hacia el éxito.
Empezó a sonar la música, en el fondo ella estaba un poco angustiada, pensó para sí.
- Bien no me tengo que poner nerviosa, vale... no me puedo equivocar, pie adelante cruzado sobre el otro, vale, vale... mirada al frente más allá de las luces, uf, que nervios.
Comezó a caminar, sentía el calor de los flashes de la cámaras de los fotógrafos como impactaba en su rostro, y la música progressive como violentamente llegaba a sus oidos, giró sobre sí misma, unos pasos más; unos paso más y ya terminaría. LLego al final de la pasarela, sonrió levemente y se retiró. Una gran ovación llenó por completo la sala y a su vez una lagrima de emoción rodó por su aterciopelada mejilla; había triunfado.